Instalaciones

Estadio Monumental

El 10 de octubre de 1953 se inauguró la obra con actos que se desarrollaron hasta dos días después. Se remodeló el campo de deportes, porque para la construcción de las tribunas de cemento, el campo de juego debía cambiar de orientación. Ya no estaría orientado de Norte a Sur.
Así nace la actual fisonomía del estadio, de Este a Oeste, con un arco sobre calle Urquiza y el otro sobre calle Víctor Manuel, con la figura del antiguo frontón cubierto como parte de la escenografía.
Luego de mucho tiempo de trabajo se concluyó esa enorme tribuna y se realizó también la cancha de básquetbol orientada de la misma forma que la de fútbol y ubicada sobre calle Dentesano. Se le construyó además una tribuna de cemento.

Así nació el Monumental
Claro que la historia marcaría que ese iba a ser apenas el primer paso, de varios más que se darían en los siguientes años. Porque la evolución se iba a hacer necesaria y prioritaria en los tiempos deportivos que iban a venir.

Ampliación
Con la construcción del Gimnasio “Arquitecto Lucio Casarín”, cubriendo la antigua cancha de básquet, llegarían también los palcos. Acaso como una loca presunción del propio Casarín que decidió pautarlos a futuro, porque imaginaba a “su Atlético” jugando por cosas importantes y necesitando de una mayor capacidad que la que le daba la enorme tribuna que daba sobre calle Primera Junta.
Y mucho más acá en la historia, el Monumental continuaría poblándose de tribunas de cemento hasta llegar a la fisonomía actual, que está más emparentada con las necesidades deportivas que la entidad se vio obligada a afrontar.
Los ascensos a diferentes categorías del fútbol profesional fueron disparadores lógicos de nuevas y monumentales obras para ratificar y reafirmar el nombre del estadio celeste.

Nuevo Monumental
A mediados de 2003 se produce el primer ascenso a primera división del torneo que organiza la Asociación de Fútbol Argentino (AFA). La llegada a dicha categoría requería adaptar la infraestructura del estadio para lograr una mayor capacidad de espectadores. Entre otras obras se incluyó el desmantelamiento completo de la cancha techada de pelota a paleta (frontón cubierto) y la posterior construcción de una doble tribuna sobre ese espacio del estadio.
Una decisión difícil para los dirigentes por la relevancia y la trayectoria de la disciplina a lo largo de la historia del club, con grandes logros a nivel provincial y nacional. El frontón era una verdadera institución dentro de la institución y fue repuesto en el 2012 en el Polideportivo del autódromo. El Nuevo Monumental fue reinaugurado el 3 de marzo de 2003, en un partido frente a River Plate donde ganaron los “millonarios” 2 a 1.

Remodelación
El segundo ascenso a primera división se produce en 2010 y un año después se realiza una serie de remodelaciones con el objetivo de aprovechar algunos espacios ociosos y generar otros con mayor comodidad. Se construyen los palcos norte, se unifican las plateas este y oeste, se concretan también dos palcos vip en el sector noreste y se mejoran las medias de seguridad. Durante el 2012 continúan los trabajos que incluyen el corrimiento de alambrados a los efectos de que el campo de juego tenga medidas más grandes.

Autódromo «Ciudad de Rafaela»

El predio
El club ya venía organizando carreras en caminos rurales y las “500 Millas Argentinas” ya eran un clásico nacional. El 26 de enero de 1953 se realizó una asamblea extraordinaria para comenzar a tratar el tema de la construcción del autódromo.
En la Asamblea Extraordinaria del lunes 23 de febrero de 1953 se decide la compra del terreno para levantar el futuro autódromo donde iba a descansar definitivamente la solidez de las 500 Millas y otras importantes jornadas de automovilismo, y al mismo tiempo, el prestigio y afianzamiento de la institución. La Asamblea autorizó por aclamación y de pie la adquisición del terreno, dando uno de los pasos más importantes en su vida deportiva.
Con respecto al terreno que reunía las condiciones adecuadas para la obra, era propiedad de Faustino Ripamonti Ltda., ubicado a 4 kilómetros al norte de la ciudad y con unas dimensiones de 2200 metros de norte a sur y 600 metros de este a oeste (134 hectáreas).

La pista
La construcción del circuito la llevó a cabo la Empresa de Calixto Marcos; un óvalo de tierra de 4.662,60 metros, de 12 metros de ancho con dos rectas de 1.477,10 metros y dos curvones de 854,20 metros con un peralte del 7% en sus curvas.
Si se hiciera una ligera comparación con las demás pistas de renombre mundial, llegaríamos a resultados netamente favorables para la nuestra. Por ejemplo, la famosa de Indianápolis tenía en 1953 un recorrido total de 4.020 metros y las rectas llegaban a una longitud de 1.010 metros.
La inauguración del nuevo circuito tuvo lugar el 2 de agosto de 1953 con Juan Gálvez como vencedor. El óvalo de tierra se utilizó desde aquel 2 de agosto de 1953 hasta el año 1964, momento en el que se corrió la edición 27 de las “500 Millas Argentinas”.

Pavimentación
Durante los años 1965 y 1966 se concretó el sueño de pavimentar el óvalo para inaugurarlo en setiembre de 1966. El domingo 4 de setiembre de 1966 se realizó la edición número 28 de las “500 Millas Argentinas”, la primera en el óvalo pavimentado del Autódromo Ciudad de Rafaela, que fue ganada por el porteño Jorge Cupeiro, con un Chevrolet.
Varios años después, y siempre manteniendo la idea de superarse y de lograr tener uno de los mejores autódromos de esta parte del mundo, el club pudo concretar la construcción del paredón perimetral. Primero se realizó el curvón norte y la recta principal. Luego se completó todo el perímetro, lo cual terminó de darle una fisonomía imponente al trazado rafaelino.