Un plantel comandado por Carlos Trullet sin fisuras, de alto vuelo futbolístico y que quedará para siempre en la historia.
El sábado 21 de mayo de hace doce años atrás, el día empezó de la mejor manera para la delegación de Atlético, que en un hotel de San Miguel de Tucumán esperaba para enfrentar a la nochecita a su homónimo, partido válido por la fecha 34 de la Primera «B» Nacional. Por motus propio y en un colectivo interurbano, Gabriel Airaudo viajó a la provincia norteña para sumarse al grupo, siendo el último envión anímico que necesitaban sus compañeros para ir por el ascenso. Gabi se recuperaba de la grave lesión sufrida casi un año antes en La Plata, golpe que truncó su carrera como futbolista, pero no quiso quedarse afuera de algo que también le pertenecía y por lo cual había luchado desde su debut a mediados del 2008, el salto a Primera.
Cuando el Celeste llegó al Estadio Monumental Presidente José Fierro, al mismo tiempo se jugaba en Mar del Plata un partido clave para las aspiraciones de definir el ascenso cuatro fechas antes del final, y de allí también vinieron buenas noticias. Aldosivi derrotaba a San Martín de San Juan por 2 a 0, por lo que un triunfo de la Crema lo hacía inalcanzable para el tercero de la tabla de posiciones, y por ende el objetivo se cumplía.
Y no dejó dudas el equipo comandado por Carlos Trullet, que tal como había hecho con la mayoría de sus rivales durante esa temporada, dominó el partido de principio a fin para ganar 2 a 0 y terminar la faena siendo aplaudido por todo el público tucumano y el puñado de hinchas que habían viajado desde Rafaela. Oscar Carniello, a los 17′ del primer tiempo, abrió la cuenta, mientras que Nico Castro sentenció el juego a los 24′ del complemento. Atlético fue una tromba, un plantel de alta jerarquía, con muchos jugadores del club y un juego exquisito, que ni siquiera a Unión de Santa Fe, que fue el otro ascendido, le permitió pelear el campeonato. En total cosechó 77 puntos, producto de 23 victorias, 8 empates y solamente 7 derrotas. Pero además, convirtió 65 goles y le marcaron 26, es decir una diferencia a favor de 39. Quien más cerca quedó en este item fue Belgrano de Córdoba, que tuvo +16. Todo dicho.
En Tucumán, Trullet puso en cancha a Guillermo Sara; Guillermo Franco, Oscar Carniello y Martín Zbrun; Walter Serrano, Iván Juárez, Germán Cáceres y Nicolás Aguirre; Alexis Nicolás Castro; César Carignano y Federico González. Matías Zbrun ingresó por Carignano, Alexis Niz por González y Matías Fissore por Juárez. En el banco quedaron Carlos De Giorgis, Juan Ramón Fernández, Luis Lagrutta y Jonathan López.
Un día después, el regreso a Rafaela fue una verdadera locura, con los hinchas saliendo a recibir al micro a la altura del autódromo, para desde allí acompañarlo hasta el Estadio Monumental. Después de siete años y tres Promociones fallidas, Atlético volvía a Primera, y sin dejar dudas.
El plantel
Carlos Trullet fue el entrenador, teniendo como ayudante de campo a Osvaldo Ingrao y como preparador físico a Diego Burkhard. Además se sumaron Eduardo Gentile (h) como profe alterno y Alejandro Protti fue el entrenador de arqueros.
Los jugadores utilizados fueron Guillermo Sara, Carlos De Giorgi, Lucas Bovaglio, Oscar Carniello, Juan Fernández, Guillermo Franco, Joel Sacks, Alexis Vera, Martín Zbrun, Nicolás Aguirre, Germán Cáceres, Alexis Nicolás Castro, Matías Fissore, Iván Juárez, Luis Lagrutta, Leonardo Morales, Alexis Niz, Leonel Pietkiewicz, Juan Martín Pietravallo, Germán Rodríguez Rojas, Walter Serrano, Lautaro Trullet, Nicolás Capellino, César Carignano (goleador del torneo con 21 conquistas), Rodrigo Depetris, Federico González, Jonathan López y Matías Zbrun.