Desde hoy, la Sala de Kinesiología del predio «Tito» Bartomioli lleva el nombre de quien fuera el Kinesiólogo de la institución durante más de 30 años. Estuvieron presentes familiares, amigos, dirigentes y ex jugadores.
En el mediodía del lunes, en un acto encabezado por el presidente de Atlético Diego Kurganoff y el vicepresidente Silvio Fontanini, se llevó a cabo un merecido reconocimiento al kinesiólogo Ernesto Glasberg, quien durante más de 30 años trabajó en la institución y formó parte de los cuerpos médicos que en 1989 acompañó el ascenso a la «B» Nacional y en 2003 a Primera División. A partir de hoy, la Sala de Kinesiología del predio «Tito» Bartomioli lleva su nombre, en un claro acto de justicia al momento de reconocer a aquellas personalidades que dieron muchos años de su vida a la institución.
Junto a los dirigentes de la institución estuvieron Roxana y Andrés, hijos de Ernesto, mientras que familiares y amigos acompañaron a su esposa, Carmen, quien muy emocionada siguió las alternativas del sencillo y emotivo acto. «Desde hace un tiempo, desde el Consejo Directivo hemos decidido que es hora de empezar a reconocer a aquellas personas que dieron mucho por nuestro club. Históricamente nos costó homenajear y reconocer, pero hoy vamos a hacer justicia con esta decisión. Ernesto ha estado siempre para todos, ha sido un factor fundamental para la recuperación de muchos jugadores, pero además ha hecho un aporte increíble desde lo humano. Todos los que estamos acá seguramente en algún momento nos hemos hecho atender por él, y es por eso que sabemos de su don de persona» manifestó Diego Kurganoff.
Por su parte, Silvio Fontanini afirmó: «Ernesto es uno de los que hizo a Atlético de Rafaela, y de manera desinteresada. Cada vez que se lo necesitó, estuvo. Esto es ni más ni menos que un acto de justicia que está haciendo Atlético, un simple acto pero memorable, importantísimo, reconocer a las personas que hicieron inmensas a esta institución».
Luego llegó el momento de las palabras de Roxana, quien muy emocionada manifestó: «Mi papá era un apasionado de la vida, de su profesión y del fútbol. Gran parte de su vida fue para Atlético y el fútbol, algo que lo hacía muy feliz. Quiero agradecer a todos los que están presentes, y seguramente desde donde esté ahora estará muy realizado por esto. También quiero agradecer a esta Comisión por haberlo rescatado, valorarlo y reconocerlo. La vida se trata de esto, de trascender, y esto es muy importante».
Andrés recordó las charlas con su papá: «Una de las cosas que solía hablar era sobre el espíritu amateur que deben tener todas las instituciones, tener un enfoque a todo nivel, chicos, mediana edad, gente grande, creo que el club tiene que ir por ese lado de apoyar todos los proyectos que tengan que ver con el amateurismo y también con la parte profesional. En un momento el club empezó a crecer, y por suerte tuvo la oportunidad de aprender a ser participe de una institución que estaba en el máximo nivel, él amaba mucho al club y eso lo trasladó a nosotros, y seguramente el estaría orgulloso de esto que nos toca a vivir ahora y que a nosotros nos enorgullece mucho».
Luego de repasar un vídeo donde ex jugadores recordaron a Ernesto, llegó el momento del descubrimiento de la placa, el recorrido por las instalaciones y el agradecimiento a dirigentes, colaboradores, amigos y ex jugadores que se hicieron presentes para reconocer al gran Ernesto, cuyo nombre a partir de ahora será inmortal en el mundo Celeste.